Los
reinos vikingos de Noruega (también llamados
fylki y
ríki) fueron pequeños territorios gobernados por caudillos que tenían categoría de monarcas absolutos. Esos territorios formaron posteriormente el
reino de Noruega. Antes de la unificación de Noruega en el año 872 por
Harald I, y durante el periodo de fragmentación tras la muerte del rey, el país estaba dividido en pequeños reinos, algunos del tamaño de una pequeña villa y otros no diferían mucho de la actual división territorial como
condados.