Una
rocalla, palabra proveniente del
francés rocaille, es un tipo peculiar de jardín, caracterizado por una decoración de estilo rústico con plantas de origen
alpino o plantas resistentes a la sequía que se crían en terrenos pobres y secos. Las plantas se sitúan entre grava, conchas y piedras naturales o artificiales que sirven de ornamento y, en ocasiones, se añaden como elementos decorativos algunas fuentes o grutas. Existe una variante más especializada de la rocalla, que es el
alpinum.