La
tectónica de placas (del
griego τεκτονικός,
tektonicós, "el que construye") es una
teoría geológica que explica la forma en que está estructurada la
litosfera (porción externa más fría y rígida de la
Tierra). La teoría da una explicación a las
placas tectónicas que forman la superficie de la Tierra y a los desplazamientos que se observan entre ellas en su movimiento sobre el
manto terrestre fluido, sus direcciones e interacciones. También explica la formación de las cadenas montañosas (
orogénesis). Asimismo, da una explicación satisfactoria de por qué los
terremotos y los
volcanes se concentran en regiones concretas del planeta (como el
cinturón de fuego del Pacífico) o de por qué las grandes fosas submarinas están junto a islas y continentes y no en el centro del océano. Las
placas tectónicas se desplazan unas respecto a otras con velocidades de 2,5 cm/año lo que es, aproximadamente, la velocidad con que crecen las
uñas de las manos. Dado que se desplazan sobre la superficie finita de la
Tierra, las placas interaccionan unas con otras a lo largo de sus
fronteras o límites provocando intensas deformaciones en la
corteza y
litosfera de la
Tierra, lo que ha dado lugar a la formación de grandes cadenas montañosas (por ejemplo las cordilleras de
Himalaya,
Alpes,
Pirineos,
Atlas,
Urales,
Apeninos,
Apalaches,
Andes, entre muchos otros) y grandes sistemas de fallas asociadas con estas (por ejemplo, el sistema
de fallas de San Andrés). El contacto por fricción entre los bordes de las placas es responsable de la mayor parte de los
terremotos. Otros fenómenos asociados son la creación de
volcanes (especialmente notorios en el
cinturón de fuego del océano Pacífico) y las
fosas oceánicas. Las
placas tectónicas se componen de dos tipos distintos de
litosfera: la corteza continental, más gruesa, y la corteza oceánica, la cual es relativamente delgada. La parte superior de la litosfera se le conoce como
Corteza terrestre, nuevamente de dos tipos (continental y oceánica). Esto significa que una placa litosférica puede ser una placa continental, una oceánica, o bien de ambos, si fuese así se le denomina placa mixta. Uno de los principales puntos de la teoría propone que la cantidad de superficie de las placas (tanto continental como oceánica) que desaparecen en el manto a lo largo de los bordes convergentes de
subducción está más o menos en equilibrio con la corteza oceánica nueva que se está formando a lo largo de los bordes divergentes (
dorsales oceánicas) a través del proceso conocido como
expansión del fondo oceánico. También se suele hablar de este proceso como el principio de la "cinta transportadora". En este sentido, el total de la superficie en el globo se mantiene constante, siguiendo la analogía de la cinta transportadora, siendo la corteza la cinta que se desplaza gracias a las fuertes
corrientes convectivas de la
astenósfera, que hacen las veces de las ruedas que transportan esta cinta, hundiéndose la corteza en las zonas de convergencia, y generándose nuevo piso oceánico en las dorsales. La teoría también explica de forma bastante satisfactoria la forma como las inmensas masas que componen las placas tectónicas se pueden "desplazar", algo que quedaba sin explicar cuando Alfred Wegener propuso la teoría de la
Deriva Continental, aunque existen varios modelos que coexisten: Las placas tectónicas se pueden desplazar porque la
litósfera tiene una menor densidad que la
astenósfera, que es la capa que se encuentra inmediatamente inferior a la corteza. Las variaciones de densidad laterales resultan en las corrientes de convección del manto, mencionadas anteriormente. Se cree que las placas son impulsadas por una combinación del movimiento que se genera en el fondo oceánico fuera de la dorsal (debido a variaciones en la topografía y densidad de la corteza, que resultan en diferencias en las fuerzas gravitacionales,
arrastre, succión vertical, y zonas de
subducción). Una explicación diferente consiste en las diferentes fuerzas que se generan con la rotación del globo terrestre y las fuerzas de
marea del
Sol y de la
Luna. La importancia relativa de cada uno de esos factores queda muy poco clara, y es todavía objeto de debate.