En
vías férreas, las
traviesas o
durmientes (América Latina) son los elementos transversales al eje de la
vía que sirven para mantener unidos y a la vez a una distancia fija (
galga o
trocha) a los dos
carriles (
rieles) que conforman la
vía, así como mantenerlos unidos al
balasto, trasmitiendo el peso del material rodante al
balasto y, por intermedio de éste, al suelo. También cumplen la función de dar peso al conjunto, de manera que la geometría inicial del trazado se mantenga en la mayor medida posible. Se fabrican de diversos materiales, entre ellos madera, hierro y hormigón. Las traviesas de hormigón pueden ser monobloque o bibloque; las primeras están formadas por una sola pieza de hormigón armado, mientras que las traviesas bibloque constan de dos piezas de hormigón unidas por una barra de hierro (
riostra).